Se entiende por sostenibilidad a la capacidad de gestionar los recursos para satisfacer las necesidades de hoy de una manera responsable y equilibrada. Considera el desarrollo social, económico y el cuidado del medio ambiente en un marco de gobernabilidad. Todo esto, sin poner en riesgo las necesidades del mañana. Se refiere al equilibrio de una especie con los recursos de su entorno. Por extensión, aplica a la explotación de cualquier recurso por debajo de su límite de renovación.
Por su parte, la sostenibilidad digital es un enfoque integral para desarrollar y usar tecnologías digitales que minimicen el impacto ambiental, social y económico negativo, promoviendo un futuro digital responsable a largo plazo, equilibrando la innovación con la preservación de recursos, la eficiencia energética, la reducción de desechos electrónicos y la equidad social en el acceso y uso de la tecnología. Se enfoca en crear sistemas que perduren, usando herramientas como la IA y Big Data para optimizar procesos y recursos, a la vez que se adoptan prácticas personales como apagar dispositivos y gestionar correos para reducir la huella de carbono. Tiene varias dimensiones, la ambiental, la social y la económica.
Ambiental: reducir la huella de carbono de centros de datos, diseño de software eficiente (Green Coding), gestión de residuos electrónicos (RAEE) y uso de energías renovables en la infraestructura digital.
Social: garantizar la accesibilidad, equidad, privacidad y el respeto a los derechos humanos en la tecnología, evitando la brecha digital y la discriminación.
Económica: optimizar el uso de recursos para reducir costos operativos, mejorar la eficiencia y promover modelos de economía circular en el ciclo de vida de los dispositivos.
En resumen, la sostenibilidad digital se refiere entonces a la integración de principios ambientales, sociales y económicos en el desarrollo, uso y disposición de tecnologías digitales. Esto implica adoptar prácticas que reduzcan el impacto negativo de la tecnología en el medio ambiente, como la reducción del consumo energético de los centros de datos y la gestión adecuada de los desechos electrónicos.


























