"Las palabras del año pasado pertenecen al lenguaje del año pasado. Las palabras del próximo año esperan otra voz".
Thomas Stearns Eliot (1888-1965) Poeta, dramaturgo y crítico literario.
Discusión y argumentación acerca de la definición y pertinencia del concepto de Estética Digital y sus implicaciones en la comunicación, arte y cultura.
"Las palabras del año pasado pertenecen al lenguaje del año pasado. Las palabras del próximo año esperan otra voz".
Thomas Stearns Eliot (1888-1965) Poeta, dramaturgo y crítico literario.
La teoría de comunicación de Carl Hovland (1912-1961), psicólogo estadounidense pionero en el estudio del aprendizaje humano, es un enfoque funcionalista dentro de la comunicación persuasiva que busca entender cómo los mensajes pueden influir en las actitudes y comportamientos de las personas. Este modelo, desarrollado principalmente a mediados del siglo XX, se centra en analizar los factores que intervienen en el proceso de persuasión, como el contenido del mensaje, la fuente que lo emite y las características de la audiencia.
Hovland propone un modelo de comunicación que llama persuasivo, que plantea un esquema lineal en el que un emisor (fuente) transmite un mensaje a un receptor (audiencia) a través de un canal. Este modelo, aunque simplificado y que recuerda el Paradigma de Lasswell, fue fundamental para entender los elementos clave de la persuasión.
Un componente es la importancia del contenido del mensaje. Según Hovland, el contenido del mensaje es crucial para lograr la persuasión. Los argumentos presentados, la evidencia utilizada y la estructura del mensaje influyen directamente en la efectividad de la comunicación.
El filósofo estadounidense, Joseph T. Klapper (1917-1984), discípulo de Paul Lazarsfeld, desarrolló una teoría de los medios de comunicación que se centra en los efectos limitados que estos tienen sobre las personas. A diferencia de las teorías anteriores que atribuían a los medios un poder casi absoluto para moldear la opinión pública, Klapper propone una visión más matizada y realista.
Señala que los medios producen más un refuerzo que un cambio. Los medios de comunicación, según Klapper, no suelen cambiar las actitudes y opiniones de las personas, sino que más bien refuerzan las ya existentes. Es decir, tendemos a buscar información que confirme lo que ya creemos.
Sobre la base de esta visión se puede afirmar que los medios tienen una influencia indirecta. La influencia de los medios es entonces indirecta y mediada por otros factores sociales, como la familia, los amigos, los grupos de referencia y las instituciones. Estos factores actúan como filtros que interpretan y dan sentido a los mensajes mediáticos.
Klapper también destaca que los medios tienen efectos limitados en contextos de crisis; incluso en momentos de cambios sociales importantes, los medios tienen un impacto relativo en las opiniones de las personas. Los valores y las creencias arraigadas suelen ser más fuertes que cualquier mensaje mediático. Esto se combina con la selección de contenidos que se hacen por parte de los usuarios. Las personas tienden a seleccionar los contenidos mediáticos que están de acuerdo con sus intereses y valores preexistentes, evitando aquellos que desafían sus creencias.
De esta forma, Klapper diluye el efecto omnipotente de los medios, restando un poco la crítica excesiva que se les hace y delimitando su valor como moldeador de personalidades y conciencias. No niega el peso que tienen en la opinión pública, pero afirma que su poder está más condicionado por muchos otros factores de lo que parece a simple vista. Esta idea se debe ver con otra óptica en estos tiempos, donde ya no hay unos pocos medios (T.V., radio, prensa), que concentran el peso comunicacional, sino que este se diluye en un espacio mediático digital que nos rodea abrumadoramente. Sin embargo, algo de cierto sigue prevaleciendo en esta teoría que tiene ya unas cuantas décadas de haber sido formulada.
En otras publicaciones he mencionado al filósofo y sociólogo canadiense Marshall McLuhan (1911-1980), quien es considerado un importante teórico de la comunicación y sus medios. Siempre polémico, algunas de sus propuestas tienen hoy gran vigencia, como la idea de que vivimos en una "aldea global", un mundo totalmente conectado en tiempo real por los distintos medios comunicacionales. Una de sus nociones más controversiales tiene que ver con una particular clasificación mediática, que hoy no parece tener la misma vigencia que hace cincuenta años. Son los medios "fríos" y los "calientes", a los que ya me referí anteriormente en el blog (ver: https://ciberestetica.blogspot.com/2013/09/medios-segun-mcluhan.html).
McLuhan propuso una clasificación de los medios de comunicación en "fríos" y "calientes" basada en el grado de participación que requieren del receptor. Así, los medios fríos son aquellos que, según esta división, requieren una mayor participación activa del receptor para completar la información. Estos medios suelen ser de baja definición y dejan muchos espacios en blanco que el usuario debe llenar con su propia imaginación o conocimiento. Como ejemplo tenemos la televisión tradicional, la radio y el teléfono. Sus características serían una baja definición (la información no está completamente detallada), una alta participación del receptor (el usuario debe completar la información faltante) y un relativo estímulo de la imaginación pues de alguna manera requieren de creatividad interpretativa y una participación activa.
Por otro lado, los medios calientes son los que proporcionan una gran cantidad de información de alta definición, dejando poco espacio para la interpretación del receptor. Ejemplos de estos son la fotografía, el cine y la prensa. En este caso las características son una alta definición (la información es detallada y completa), una baja participación del receptor (el usuario recibe la información de forma pasiva) y la estimulación primordial de un sentido, bien sea la vista o el oído, aunque el cine sea audiovisual.
Cuando se formuló esta propuesta, internet estaba muy incipiente, por lo que no entraba en ninguna clasificación, pero según la definición podría ser considerada como un medio caliente. El hecho del "calor" o del "frío" no desmerece la importancia de ninguno de los medios, solo se refiere a cómo participa el perceptor en la comprensión de los mensajes y su interpretación. Esta clasificación fue importante en su momento porque pretendía ayudar a entender cómo los diferentes medios de comunicación influyen en nuestra forma de pensar y de relacionarnos con el mundo. No olvidemos que McLuhan sostuvo que "el medio es el mensaje", es decir, que la forma en que nos comunicamos es tan importante como el contenido del mensaje en sí mismo.
Aunque esta teoría se desarrolló en la década de 1960, sigue siendo relevante de alguna forma en la actualidad. Por ejemplo, la evolución de la televisión hacia plataformas más interactivas y la creciente importancia de las redes sociales han transformado este medio en algo más cercano a un medio frío. Igual pasa con internet, que en función de su medialidad, puede pasar de una a otra categoría. La teoría de los medios fríos y calientes llevó a reflexionar sobre cómo los diferentes medios de comunicación moldean nuestra percepción de la realidad y cómo interactuamos con el mundo que nos rodea, y a pesar de sus críticas, tiene un componente analítico aún trascendente al día de hoy.
"Nuestra imaginación nos agranda tanto el tiempo presente, que hacemos de la eternidad una nada, y de la nada una eternidad".
Blaise Pascal (1623-1662) Científico, filósofo y escritor francés
Orión y la oscuridad (en inglés "Orion and the Dark") es una película estadounidense de comedia, aventuras y fantasía, realizada en animación digital 3D, dirigida por Sean Charmatz y escrita por Charlie Kaufman, basada en el libro infantil del mismo nombre de Emma Yarlett. Es una película producida por DreamWorks Animation y fue estrenada en febrero de 2024, por la cadena de streaming Netflix.
Orión es un niño de once años muy asustadizo que le teme a la oscuridad. Un día la propia oscuridad personificada se presenta frente a él, dispuesta a quitarle todos los miedos. Dark (la oscuridad) se ofrece a llevarlo de viaje para ayudarlo a superar sus temores, mostrándole los beneficios y maravillas de la noche. El final de la película es sorprendente y toda la trama está muy bien llevada. La animación es excelente y el uso de los colores ayuda a la trama, porque como es de suponerse, los colores oscuros dominan pero no abruman.Es una película de animación poco común y ambiciosa, con personajes interesantes y un tema atractivo.
Raymond Kurzweil, un reconocido futurista y escritor estadounidense, nacido en 1948 y a quien he citado antes en el blog, plantea en su libro de 1999, La Era de las Máquinas Espirituales, una visión sorprendente, provocativa y fascinante sobre el futuro de la inteligencia artificial y su impacto en la humanidad. En esencia, Kurzweil argumenta que la evolución tecnológica sigue una ley de aceleración; la capacidad de nuestras máquinas para procesar información y aprender aumenta exponencialmente, lo que nos acerca a una singularidad tecnológica, un punto en el que la inteligencia artificial superará a la humana.
Esto traerá como consecuencia una fusión entre hombre y máquina que parece inevitable. A través de la nanotecnología y la biotecnología, podremos mejorar nuestras capacidades cognitivas y físicas, creando una simbiosis entre la biología y la tecnología. Más aún, Kurzweil sostiene que la conciencia no es exclusiva de los seres biológicos. Dado que la conciencia es un ejercicio de procesamiento de información las máquinas podrán desarrollarla a medida que su complejidad aumente.
Hay algunos elementos a resaltar en estas ideas. Una es la singularidad tecnológica, que es el momento en el que la inteligencia artificial superará a la humana, desencadenando un cambio radical en la sociedad y la civilización. Otro es lo que él llama la ley de los retornos acelerados, que afirma que el ritmo del cambio tecnológico se acelera exponencialmente. Esto traerá como consecuencia una inteligencia artificial fuerte, cuya capacidad permitirá a una máquina comprender y razonar como un ser humano. Más aún, impulsará el transhumanismo, que busca mejorar las capacidades humanas a través de la tecnología.
Kurzweil plantea que sin duda el futuro nos traerá una nueva era espiritual. La fusión entre humanos y máquinas permitirá explorar dimensiones de la conciencia y la espiritualidad que hoy en día son inimaginables. No obstante, estas propuestas han sido también debatidas y objetadas. Por un lado, ofrecen una perspectiva optimista sobre el futuro, donde la tecnología nos permitirá resolver los grandes problemas de la humanidad y alcanzar un nuevo nivel de evolución. Pero por otro lado, plantean interrogantes éticos y filosóficos sobre la naturaleza de la conciencia, la identidad humana y el papel de la tecnología en nuestra sociedad.
Otra imagen abstracta realizada con programas informáticos que resulta de una composición de elementos geométricos dinámicos, con suaves colores pastel y sombras controladas. Es arte digital presente en la Web.
Hoy 31 de octubre es el día de Halloween, muy festejado en las culturas anglosajonas, en especial en los Estados Unidos, pero que por obra de la globalización, los medios de comunicación y las redes sociales se ha hecho muy popular en muchos otros países. Su origen se remonta a las Noche de Brujas, y en el mundo latinoamericano se liga con el día de los muertos y el día de todos los santos, entre hoy y el primero de noviembre. Para festejar, pongo ahora un TBT (Throwback Thursday, o "jueves del recuerdo"), para mostrar una publicación de esta fecha aquí en el blog, pero de hace diez años, del año 2014, con las características calabazas de esta festividad. Aquí el enlace: https://ciberestetica.blogspot.com/2014/10/calabazas.html
En la publicación de ayer volví al tema de la estética digital y creo que es también apropiado regresar al concepto de estética en general. Eso a su vez me permite hablar de una cibestética como la estética de lo digital en el cibesepacio. Sabemos que la idea de estética tiene varias aproximaciones en función del contexto en que se use. Por ejemplo, si lo estudiamos como rama de la filosofía, es la disciplina que estudia la naturaleza de la belleza y la percepción de la misma por parte de los individuos, por lo cual se relaciona estrechamente con el arte.
Por otra parte, su acepción clásica tiene que ver con el análisis de la belleza. Esta idea se enfoca en el análisis de lo que consideramos bello, tanto en objetos, personas, lugares, como en obras de arte. El asunto aquí es que es siempre difícil aceptar claramente lo que es bello de lo que no lo es, porque usualmente tiene que ver con el entorno cultural e histórico en el que se desenvuelve el hecho estético. También podemos ver a la estética como experiencia sensorial. Se refiere en este caso a la sensación de placer o satisfacción que experimentamos al percibir algo que consideramos bello o agradable a los sentidos.
Aquí hemos adoptado una que, como ya he repetido en anteriores entradas, tiene que ver con el estilo, entendiendo éste como el conjunto de características que identifican a una tendencia artística o expresiva de un autor, un género o una época determinada; esto tiene que ver con el carácter propio que da a sus obras un artista o creador.
En ese sentido podemos hablar de estética como estudio del arte, cuando se analizan las características formales y conceptuales de las obras de arte, así como la relación entre el artista, la obra y el espectador. También como estudio de la percepción. Acá se investiga cómo percibimos y valoramos las cosas, tanto a nivel individual como colectivo. También vemos la estética como estudio de la cultura cuando se examinan cómo las diferentes culturas han definido y valorado la belleza a lo largo de la historia.
Si vamos a elementos más específicos, tenemos la estética formal, que se centra en el análisis de los elementos formales de una obra de arte, como la línea, el color, la forma y otras manifestaciones constructivas. La estética expresiva, que explora cómo las obras de arte expresan emociones y sentimientos. También hay una estética receptiva, que estudia la experiencia del espectador al enfrentarse a una obra de arte.
Estas ideas nos muestran lo complejo, importante e interesante que es este concepto y que ahora, con la inteligencia artificial, los programas informáticos, las redes sociales y el ciberespacio cobra una dimensión mucho más dinámica y que nos atañe cada vez más.
El tema que da origen a este blog, la ciberestética, cobra cada vez más relevancia con el desarrollo de los programas gráficos de inteligencia artificial, de lo que ya he hablado en este blog y sin duda seguiré hablando. Por eso es bueno también retomar el tema de la estética digital, que definí como aquella que abarca el conjunto de los elementos estilísticos y temáticos que se caracterizan por tener origen en el uso los recursos informáticos y en los programas cibernéticos, y que identifican alguna creación humana que se aplica a las artes visuales y multimediáticas, así como a la comunicación, la semiótica y otras manifestaciones culturales.
¿Qué caracteriza entonces a la estética digital? Estos elementos ayudan a delimitar sus aspectos:
La interactividad es la primera característica. A diferencia de las expresiones artísticas tradicionales, la estética digital a menudo invita a la participación del espectador, creando experiencias personalizadas y dinámicas, bien sea de manera física (en vivo) o virtual (vía Web o por internet).
La inmaterialidad es otra condición. Las obras digitales no están limitadas por materiales físicos, lo que permite una mayor flexibilidad y experimentación con formas, colores y texturas.
Esta es una expresión estética en evolución constante. La tecnología digital avanza rápidamente, lo que significa que la estética digital también está en constante cambio, adaptándose a las nuevas herramientas y plataformas.
La estética digital combina elementos de diversas disciplinas artísticas, como el diseño gráfico, la animación, la fotografía y el video, creando nuevas formas de expresión. Esta es una forma de hibridación novedosa, que otorga al ciberarte una expresión diferente.
Ya con anterioridad he puesto ejemplos de estética digital:
La estética digital es importante en distintos campos, como en la comunicación y en la cultura. La estética digital juega un papel fundamental en la forma en que nos comunicamos y consumimos información en la era digital. Así mismo está moldeando nuestra cultura visual y la forma en que percibimos el mundo. Otro elemento novedoso es la experiencia de usuario. Un buen diseño estético puede mejorar significativamente la experiencia del usuario con un producto o servicio digital. Como vemos, no hay duda de que este es un campo que sin ser ya tan nuevo, sigue evolucionando y ampliando su espectro de influencia en nuestra cultura.
En un texto de 2002, titulado Sociedad de la información y el conocimiento, algunos deslindes imprescindibles, la investigadora mexicana Delia Crovi Druetta, desarrolla una visión particular sobre cómo se presenta, en ese momento, la realidad de la sociedad del conocimiento en Latinoamérica respecto de otras partes del mundo. Y hace dos afirmaciones interesantes:
"El antecedente directo de la Sociedad de la Información y la Comunicación (SIC) en materia tecnológica se encuentra en las TIC, Tecnologías de la Información y la Comunicación, que por poseer una parte dura (hardware) y una parte blanda o lógica (software) se diferencian de generaciones anteriores. esto, que a estas alturas parece bastante obvio, es lo que determina tanto su condición de interactivas como su capacidad para eliminar barreras de espacio y explorar servicios multicrónicos (diferidos y en tiempo real). Determina, asimismo, el desarrollo de dos importantes sectores industriales: el del software y el del hardware".
Y luego sigue diciendo:
"Por otra parte, el escenario tecnológico participa de una de las ideas centrales de la SIC: la flexibilidad. En el caso de las nuevas tecnologías esta flexibilidad se manifiesta en los procesos reversibles a partir de los cuales reordenan sus componentes, su organización y desde luego, su propósito".
Termina esta página Delia Crovi Druettare reconociendo que a partir de las posibilidades tecnológicas y con el desarrollo de las innovaciones en la comunicación, se transforman los sistemas de producción, distribución, recepción y almacenamiento de la información.
Ya en otras publicaciones me referí al tema de los podcast, y como es un recurso muy usado y muy actual, vale la pena volver a tratarlo aquí. La palabra podcast proviene de la contracción de la sigla en inglés POD (Public On Demand) y broadcast (transmisión). Es decir, transmisión a demanda del público. No hay duda de que los podcasts han revolucionado la forma en que consumimos información, proporcionando contenido accesible y flexible. Son ideales para narrativas profundas y discusiones en profundidad.
Pero del mismo modo en que los podcast han revolucionado la información que consumimos, los mismos Podcast se han revolucionado a sí mismos. Por ejemplo, de la concepción inicial de que el podcast es un audio se transformó a que también pueden estar en formato de video que se graba y edita digitalmente, se descarga automáticamente y de forma periódica por suscripción, donde el usuario tiene pleno control para elegir los detalles de la escucha o visualización.
Se estima que a finales del 2020 más de 500 millones de personas aproximadamente escuchaban podcasts. Se prevé que para el 2026 el número de oyentes a nivel mundial, aumentará a los 975 millones de usuarios, lo que lo convierte en un campo extremadamente fértil dentro del espectro de medios de comunicación digital, por lo que estudiar los mismos se hace bien necesario.
Si bien los expertos sugieren que los podcasts de entre 20 y 45 minutos suelen ser los más adecuados, la duración ideal dependerá en gran medida de los objetivos del creador. Incluso ahora hay mini podcast, como en su momento hubo micros de radio.
Por supuesto hay varios tipos de podcasts y videopodcasts. El contenido del podcast es variado, pero normalmente incluye conversaciones entre distintas personas y música. Existen podcast sobre multitud de temas aunque su uso en contextos de enseñanza aún no están muy extendido, a pesar del desarrollo reciente de algunos proyectos acerca de cómo implementar el uso de esta herramienta con fines educativos.
Ello significa entonces que existen distintos tipos de podcast, que irán variando dependiendo de su contenido, dinámica y técnica. El contenido es la parte fundamental de un podcast porque lo realmente valioso es la información que brinda. El mensaje que se busca transmitir tiene que llegar a un grupo o público concreto. De acuerdo al objetivo, pueden informar, entretener, educar o formar. Así tenemos los siguientes tipos de podcasts por su contenido
-Podcasts informativos: su objetivo principal es dar a conocer acontecimientos recientes. Dentro de esta categoría encontramos podcasts dedicados al periodismo y a la investigación. Son comunes entre los oyentes que desean estar al día en un rubro determinado.
-Podcasts formativos o educativos: Su propósito principal es instruir al público en un área específica, proporcionando conocimientos y habilidades relevantes. Buscan dar información atemporal, ilustra sobre un tema determinado y capacita a quien lo escucha sobre un tema en concreto.
-Podcasts de entretenimiento: Su propósito principal es el entretenimiento. Estos formatos abarcan una amplia gama de contenidos, desde relatos y poemas hasta reseñas cinematográficas y programas cómicos.
Podemos ver también los tipos de podcasts por su técnica. En esta tipología se parte de la manera en que se presenta el programa. Entre las categorías están: audio, video (también llamado vodcast) y screencast.
-Podcasts de audio: se reproducen en formato MP3 y su principal característica es que es única y exclusivamente audio.
-Screencast: consiste en hacer captura de vídeo de la pantalla del monitor acompañado por el audio de una narración. Es muy común para fines educativos al estilo de tutoriales.
-Videopodcasts o Vodcast: son aquellos programas qué combinan el audio del podcast tradicional con video o imagen. Están en formato MP4. Hay 3 tipos: con imagen estática con el audio de fondo; los que graban en vídeo al locutor o locutores mientras graban el podcast sentados frente al micrófono y el audio acompañado por una serie de imágenes fijas y sincronizadas que ayudan a reforzar los temas tratados como una presentación narrada.
De otra manera, también podemos clasificarlos por su dinámica. Esta tipología de podcast parte de la manera en que el podcaster realiza el programa. Aquí existen cuatro categorías: monólogo monográfico, grupal (dos o más anfitriones), entrevista y debate o mesa de discusión.
-Podcasts de monólogo o monográfico: son aquellos que cuentan con un único presentador. En estos casos, el podcaster es el responsable de llevar las riendas del programa de principio a fin.
-Podcasts grupal: se incluyen dos o más anfitriones en cada episodio. La dinámica debe estar cuidadosamente planificada para asegurar una participación fluida y equitativa de todos los anfitriones.
-Podcasts de entrevista: cada programa cuenta con uno o más presentadores que dialogan con un invitado especial en cada episodio. Estas entrevistas se desarrollan siguiendo un formato tradicional de preguntas y respuestas
-Podcasts de debate: son espacios donde diversos anfitriones e invitados especiales conversan sobre temas específicos para intercambiar ideas y fomentar el debate.
Esta clasificación nos permite comprender el potencial y el peso dinámico que tiene esta forma de mediación actual, que compite con otras expresiones comunicacionales, en campos tradicionales y en espacios completamente nuevos. Esto es parte de la revolución digital contemporánea.